LOS CASTRATTI,
UNA CONSECUENCIA DE LA DISCRIMINACIÓN HISTÓRICA DE LAS MUJERES
Os enlazo este video de un fragmento de la película Farinelli, historia de un castrato para que lo disfrutéis.
Se trata de la obra "Lascia ch´io pianga" aria de la ópera Rinaldo compuesta por el compositor del Barroco Georg Friedrich Haendel y aprovecho para contaros algo sobre estos seres considerados casi como ...divinidades.
A partir de mediados del siglo XVI, los niños que tenían la "suerte" de poseer bellas voces, eran sometidos a la aberrante práctica de la castración. Ésta consistía en cortar los conductos que desembocaban en los testículos, los cuáles con el tiempo se iban atrofiando de modo que el abastecimiento de ciertas hormonas masculinas que allí se encuentran no se producía. Los castrati conservaban sus voces blancas y puras con el tono agudo propio de las mujeres pero provistas de los potentes pulmones de un hombre adulto. Físicamente eran muy valorados por tener rasgos varoniles pero desprovistos de vello lo cual los hacía parecer querubines, ángeles del cielo. No se nos escapa que por tales virtudes eran deseados por muchas mujeres, que se acercaban a ellos para mantener discretas aventuras, ya que poseían la "ventaja" de no poder concebir.
¿Cómo y por qué se les ocurrió todo esto a los que manejaban el "cotarro" musical en los albores del Barroco? Sencilla aunque triste respuesta: en el siglo XVI el papa de Roma prohibió expresamente que las mujeres cantaran en iglesias y escenarios, pero la necesidades de contar con voces agudas para construir música y las temáticas de las óperas, donde sin duda el amor era (como sigue siendo) el hilo conductor de la inmensa mayoría, hacían imprescindible la composición para voces con tesitura de mujer. La solución: la castración.
Retrato del castrato más famoso de todos los tiempo, Carlo Broschi, más conocido como Farinelli.
Espero que os haya gustado esta breve explicación. Disfrutad del video.
A partir de mediados del siglo XVI, los niños que tenían la "suerte" de poseer bellas voces, eran sometidos a la aberrante práctica de la castración. Ésta consistía en cortar los conductos que desembocaban en los testículos, los cuáles con el tiempo se iban atrofiando de modo que el abastecimiento de ciertas hormonas masculinas que allí se encuentran no se producía. Los castrati conservaban sus voces blancas y puras con el tono agudo propio de las mujeres pero provistas de los potentes pulmones de un hombre adulto. Físicamente eran muy valorados por tener rasgos varoniles pero desprovistos de vello lo cual los hacía parecer querubines, ángeles del cielo. No se nos escapa que por tales virtudes eran deseados por muchas mujeres, que se acercaban a ellos para mantener discretas aventuras, ya que poseían la "ventaja" de no poder concebir.
¿Cómo y por qué se les ocurrió todo esto a los que manejaban el "cotarro" musical en los albores del Barroco? Sencilla aunque triste respuesta: en el siglo XVI el papa de Roma prohibió expresamente que las mujeres cantaran en iglesias y escenarios, pero la necesidades de contar con voces agudas para construir música y las temáticas de las óperas, donde sin duda el amor era (como sigue siendo) el hilo conductor de la inmensa mayoría, hacían imprescindible la composición para voces con tesitura de mujer. La solución: la castración.
Retrato del castrato más famoso de todos los tiempo, Carlo Broschi, más conocido como Farinelli.
Espero que os haya gustado esta breve explicación. Disfrutad del video.
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