Sah ein Knab' ein Röslein stehn,
Röslein auf der Heiden,
war so jung und morgenschön,
lief er schnell, es nah zu sehn,
sah's mit vielen Freuden.
Röslein, Röslein, Röslein rot,
Röslein auf der Heiden.
Knabe sprach: "Ich breche dich,
Röslein auf der Heiden!"
Röslein sprach: "Ich steche dich,
dass du ewig denkst an mich,
und ich will's nicht leiden."
Röslein, Röslein, Röslein rot,
Röslein auf der Heiden.
Und der wilde Knabe brach
's Röslein auf der Heiden;
Röslein wehrte sich und stach,
half ihm doch kein Weh und Ach,
musst' es eben leiden.
Röslein, Röslein, Röslein rot,
Röslein auf der Heiden.
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Un muchacho vio una rosita,
rosita del matorral,
era muy joven y bella como el día,
corrió raudo para verla de cerca,
la contempló con gran gozo.
Rosita, rosita, rosita roja,
rosita del matorral.
El muchacho dijo: "¡Te voy a cortar,
rosita del matorral!".
La rosita dijo: "Yo te pincharé,
para que pienses en mí siempre,
y yo no quiero (soportar) eso."
Rosita, rosita, rosita roja,
rosita del matorral.
Y el muchacho impetuoso tronchó
la rosita del matorral;
la rosita se defendió y le pinchó,
sus quejas no le sirvieron de nada,
no tuvo más remedio que sufrirlo.
Rosita, rosita, rosita roja,
rosita del matorral.
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